¿Qué ofrece una máquina tragaperras física que las apuestas online no?
Las máquinas tragaperras nunca pasan de moda. Han resistido con gran fuerza el empuje del juego virtual y siguen, actualmente, congregando jugadores que anhelan un golpe de suerte en cafeterías, bares o salones de juego.
Pero, ¿por qué la gente sigue valorando las máquinas tragaperras en formato físico? En la disyuntiva tragaperra física vs. online, hay una serie de claves que explican por qué lo que podemos ver y tocar tiene un gran valor para el usuario.
Muchos usuarios desconfían de las máquinas virtuales
Las apuestas online están sujetas a un algoritmo y funcionamiento que el usuario clásico no puede ver en persona ni comprobar. Es un acto de fe creer en las máquinas virtuales. Por contra, en las máquinas tragaperras convencionales, el usuario puede observar con sus propios ojos cómo funciona la máquina e interesarse según lo que está comprobando. Lo que está viendo le sirve de guía a la hora de apostar.
¿Tragaperra física vs. Online?, ¿cual tiene más ambiente de juego?
Jugar con el móvil es considerablemente más frío que hacerlo desde el interior de un salón de juegos, en un casino o en cualquier cafetería. Es una de las ventajas de las máquinas recreativas físicas; allí se pueden comentar la partida con otros jugadores, estudiar las dinámicas de las máquinas, disfrutar del juego en compañía y recibir el feedback de los presentes. Es algo que no se puede hacer con el juego online, pues a través del móvil o del ordenador no se genera ese ambiente de apuesta y diversión, es algo completamente diferente.
Tienes más control sobre lo que apuestas
En el juego físico en las máquinas tragaperras analógicas el jugador controla en todo momento lo que apuesta. Juega con monedas y, en algunos casos, con billetes, por lo que sabe hasta qué punto puede permitirse llegar. El mismo jugador puede establecer los límites con algo tan simple como portar contigo una cantidad determinada de dinero o dejarlo en casa.
Aunque el juego online también admite mecanismos de control, el jugador no dispone de la misma conciencia de lo que está apostando al ver unos simples números en la pantalla. Y es que es muy diferente tocar el dinero con el que estás jugando que tener un «monedero virtual».
Podemos elegir entre dos tipos diferentes de slot; las máquinas que cada bastante tiempo reportan un gran premio y las que tienen mayor frecuencia de pago pero cuyo premio es más modesto.
Tiene un encanto especial
El juego en una máquina tragaperra no tiene comparación. Lanzar una moneda por la ranura, activar los botones que vemos parpadear, ver cómo las frutas van cayendo hasta alinearse… La sensación de la inquietud y la sorpresa del juego que corroe nuestro cuerpo es real y emocionante.
Hoy día podemos encontrar máquinas de estilos muy diferentes, algunas de ellas son realmente sofisticadas (de moneda única, multiplicadoras, jackpot, las Big Bertha, etc), basta con encontrar la que más nos gusta y se adapta a nuestro estilo de juego.
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